




Ni la lluvia ni las bajas temperaturas lograron detener a los jóvenes que este sábado iniciaron la tradicional peregrinación hacia la Basílica de Nuestra Señora de Itatí. Grupos provenientes de distintas diócesis de la provincia partieron rumbo a la casa de la Virgen, movidos por la devoción y el amor mariano.
Pese al mal tiempo y a los pronósticos poco alentadores, los peregrinos se equiparon con capas de lluvia, pilotos y paraguas, decididos a cumplir su promesa. Cada paso se convierte en un gesto de fe, agradecimiento y confianza en “mamá María”, como cariñosamente la llaman muchos de ellos.
Las imágenes que recorren distintos puntos del camino muestran rostros mojados, pero también sonrisas, abrazos y cantos que vencen cualquier nube gris. Como cada año, la peregrinación se transforma en una verdadera manifestación de fe popular que une generaciones, historias y esperanzas.
La Basílica de Itatí aguarda con sus puertas abiertas, mientras los jóvenes, firmes y con el corazón encendido, continúan avanzando hacia el encuentro con la Virgen.
Fotografías: Luis Gurdiel